La escena macabra parece sacada de una pesadilla, pero es real. Un estudiante universitario acuchilló a una pareja y no huyó de la escena del alevoso crimen. Se quedó para cometer un acto más aberrante, sin importarle que la policía lo tenía rodeado.
Cuando los efectivos entraron a la casa, lo encontraron mordiendo la cara del hombre que antes había matado con un cuchillo.
El crimen ocurrió en las casa de Michelle y John Stevens ubicada en Tequesta, a 150 kilómetros de Miami en Estados Unidos, el pasado 15 de agosto. La historia conmocionó a la opinión pública del Estado de Florida.
El asesino caníbal fue identificado como Austin Harrouff de 19 años de edad. Se trata de un estudiante exitoso de la Universidad Estatal de Florida y al parecer no conocía a sus víctimas.
Según el diario Miami Herald, no descartan que el asesino haya actuado bajo los efectos de la flakka. Esta droga sintética puede provocar este tipo de reacciones en personas aperentemente normales. Hay antecedentes de otros crímenes similares. "Atacan a la víctima, muerden e incluso remueven trozos de carne", señaló uno de los investigadores.